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Modelo institucional de autoevaluación

Ponderación y consensos

Para el desarrollo del proceso de autoevaluación en cada programa académico, el Comité Curricular y Académico correspondiente determina la importancia relativa de cada uno de las características y factores evaluados de acuerdo con el modelo del CNA. El citado Comité asigna valores cualitativos y cuantitativos que reflejan niveles o grados relativos de importancia, de los aspectos o indicadores frente a las características, estas frente a los factores, y estos últimos frente al programa o a la institución.

El proceso inicia con la organización y conformación del Comité y la integración de grupos para realizar el ejercicio de ponderación. Cada grupo asigna nivel de importancia o pesos de la siguiente manera: primero a las características y posteriormente a los factores, teniendo en cuenta el grado o nivel de importancia relativa (1 a 10) de la variable específica sobre el grupo de variables, según sea cada caso.

Una vez se lleva a cabo la ponderación, se establece el promedio de grupo para los aspectos, características y factores, la desviación estándar de los resultados del grupo y el coeficiente de variación, justificando la ponderación asignada.

Posteriormente, se realiza el debate y se generan espacios para el consenso, donde se discuten y analizan las ponderaciones asignados así como las correspondientes justificaciones. La discusión se extiende hasta lograr un consenso entre los grupos que se conformaron del Comité frente al peso que se debe asignar a cada característica, factor y el institucional en su conjunto.

Cuando se obtiene un coeficiente de variación mayor a 20, el grupo deberá someter la ponderación a discusión y consenso, mediante la metodología Delfhi adaptada, que consiste en que cada grupo de ponderación del comité argumente y justifique el peso o nivel de importancia que asignó y así se retoma el análisis particular de los aspectos, características y factores y se enriquece en la discusión grupal, dado que es en ese momento en el cual se presentan los argumentos y las discusiones profundas alrededor de la ponderación que cada aspecto o elemento (propuesto por el CNA) tiene realmente dentro de la calidad global del programa o de la institución.

Para la implementación de esta metodología se utilizan los siguientes formatos, los cuales constituyen soporte del proceso:

  • Presentación o ayuda audiovisuales con la explicación de la metodología de ponderación en los procesos de autoevaluación
  • Descripción de factores, características y aspectos a evaluar en los procesos de autoevaluación, según el Modelo de Autoevaluación
  • Registro de asistencia de participantes al ejercicio de ponderación
  • Fichas de Ponderación de factores y características oor grupos (Diligenciar en medio físico y magnético)
  • Consolidación de ponderaciones por factores y características, antes y después del consenso, con las correspondientes justificaciones (archivo Excel en medio magnético)
  • Acta de Ponderación.

Escala de Gradación

A continuación se presenta la escala de calificación y gradación que se aplica en los procesos autoevaluativos de UNIAGRARIA:

Esquema: Escala de calificación y gradación aplicada los procesos autoevaluativos de UNIAGRARIA
Esquema: Escala de calificación y gradación aplicada los procesos autoevaluativos de UNIAGRARIA

Criterios que rigen el sistema integral de calidad de UNIAGRARIA

UNIAGRARIA adopta en su modelo de autoevaluación los siguientes criterios contenidos en los lineamientos de autoevaluación del CNA, que se constituyen en elementos valorativos que inspiran la evaluación de las características de calidad de un programa académico o de una institución de educación superior, los cuales se incorporan a las pautas éticas institucionales:

  1. Universalidad. Hace referencia, de una parte, a la dimensión más intrínseca del quehacer de una institución que brinda un servicio educativo de nivel superior; de otra parte, la universalidad hace también referencia, desde un punto de vista más externo, a la multiplicidad y extensión de los ámbitos en que se despliega el quehacer de la institución y su sentido puede ampliarse para aludir al ámbito geográfico sobre el cual ejerce influencia y a los grupos sociales sobre los cuales extiende su acción, entre otros aspectos.
  2. Integridad. Es un criterio que hace referencia a la probidad como preocupación constante de una institución y su programa en el cumplimiento de sus tareas. Implica, a su vez, una preocupación por el respeto por los valores y referentes universales que configuran el ethos académico y por el acatamiento de los valores universalmente aceptados como inspiradores del servicio educativo del nivel superior.
  3. Equidad. Es la disposición de ánimo que moviliza a la institución y su programa a dar a cada quien lo que merece. Expresa de manera directa el sentido de la justicia con que se opera; hacia dentro de la institución, por ejemplo, en el proceso de toma de decisiones, en los sistemas de evaluación y en las formas de reconocimiento del mérito académico.
  4. Idoneidad. Es la capacidad que tiene la institución y su programa de cumplir a cabalidad con las tareas específicas que se desprenden de la misión, de sus propósitos y de su naturaleza, todo ello articulado coherentemente en el proyecto institucional.
  5. Responsabilidad. Es la capacidad existente en la institución y su programa para reconocer y afrontar las consecuencias que se derivan de sus acciones. Tal capacidad se desprende de la conciencia previa que se tiene de los efectos posibles del curso de acciones que se decide emprender. Se trata de un criterio íntimamente relacionado con la autonomía aceptada como tarea y como reto y no simplemente disfrutada como un derecho.
  6. Coherencia. Es el grado de correspondencia entre las partes de la institución y entre éstas y la institución como un todo. Es también la adecuación de las políticas y de los medios de que se dispone, a los propósitos. Así mismo, alude al grado de correlación existente entre lo que la institución y el programa dicen que son y lo que efectivamente realizan.
  7. Transparencia. Es la capacidad de la institución y su programa para explicitar, sin subterfugio alguno, sus condiciones internas de operación y los resultados de ella. La transparencia es hija de la probidad y es, a su vez, uno de sus ingredientes fundamentales.
  8. Pertinencia. Es la capacidad de la institución y su programa para responder a necesidades del medio. Necesidades a las que la institución o el programa no responden de manera pasiva, sino proactiva. Proactividad entendida como la preocupación por transformar el contexto en que se opera, en el marco de los valores que inspiran a la institución y la definen.
  9. Eficacia. Es el grado de correspondencia entre los propósitos formulados y los logros obtenidos por la institución y su programa.
  10. Eficiencia. Es la medida de cuán adecuada es la utilización de los medios de que disponen la institución y su programa para el logro de sus propósitos.
  11. Sostenibilidad. Es la manera como el programa y la institución mantienen en el transcurso del tiempo actividades y acciones encaminadas a que se cumplan las metas y los objetivos trazados para cada programa, lo que debe hacer parte del plan de desarrollo de la institución.

UNIAGRARIA acoge también los criterios de inclusión y participación activa, real y organizada, considerados como una totalidad (concepto integrado de la calidad), no hay jerarquía alguna ni se establece predilección de uno sobre otro; se complementan y se potencian entre sí, en cuanto a criterios que sirven de base al momento de emitir juicio sobre la calidad.

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