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El agua, un recurso en crisis

El Día Mundial del Agua se conmemora el 22 de marzo, una fecha pertinente para hacer un llamado a su cuidado y su buen uso. La prioridad en este momento es abordar la crisis hídrica que ya se vive, pero que muy pocos quieren asumir.

Por ello vale la pena hablar sobre el preocupante artículo La economía del agua: El futuro se avecina complicado, publicado por el Foro Económico Mundial en su página web, donde se expone el panorama alarmante sobre el agua y la necesidad de tomar medidas urgentes a nivel global.

Caricatura del costarricense Arcadio EsquivelCaricatura del costarricense Arcadio Esquivel.

Esta publicación que fue realizada el año pasado, expone no solo la escasez del agua, sino las dificultades de acceder a ella en el mundo. Una problemática que no solo afecta al medio ambiente, sino también aspectos sociales y económicos.

La explotación minera, la contaminación, el desperdicio, la sobrepoblación entre otros son algunos elementos que han hecho caer este recurso natural en un mar de adversidades. Es triste ver a las comunidades más vulnerables, ser golpeadas por este desequilibrio ambiental, cuando se acaban sus pocas posibilidades de subsistir, de pescar, de regar sus cultivos, de cocinar, de beber este líquido precioso, mientras empresas dedicadas al sector minero desvían los ríos, y matan de sed no solo a los animales, sino a los niños.

Fotografía de Semana SostenibleFotografía de Semana Sostenible.

Las fuentes de agua salada no se salvan de estos cambios perjudiciales, plásticos y basura se enredan en la fauna y flora de los océanos mientras ellos siguen generando oxígeno, absorbiendo gases, atrapando el carbono que producen los seres vivos, y así mismo produciendo comida para que el pescador y el turismo sigan generando ingresos.

Muchos teniendo la fortuna de contar con ríos aledaños a sus municipios o ciudades, terminan yendo a paseos de ríos, y sin conciencia alguna botan pañales, restos de comida o paquetes, esperando que el agua corra cuando realmente se están ahogando los ríos con desechos. Ignorando que estos residuos terminan tapando las vías, y contaminando la quebrada que acaba en el río, el mismo que desemboca en el mar, donde más de uno se baña en época de vacaciones, siendo parte de un ciclo de nunca acabar.

Fotografía de El UniversalFotografía de El Universal.

Nuestro futuro es incierto, puede sonar a frase de cajón, pero es la realidad, cuando en algunas partes del mundo no se tiene acceso a sistemas de saneamiento adecuados, no se tiene la capacidad para soportar el gran crecimiento demográfico mundial, la exagerada cantidad de agua que se usa para alimentos procesados y la carencia de este líquido.

La escasez hídrica es un hecho. Sin embargo, aún se pueden tomar medidas pertinentes para frenar este caos lo más pronto posible y con un compromiso mayor por parte de los gobernantes. Soluciones como la pesca y la minería responsable, son salidas a corto plazo, que menguan este desastre que parece estar pisando los límites del no retorno. El bien más preciado del planeta se está acabando, y así como se extrae se debe aportar y reponer.

Fotografía de El TiempoFotografía de El Tiempo.

Cada día nos acercamos a una convulsionada realidad hídrica, porque como especie creemos que el planeta tiene la obligación de parir agua y emanar ríos o mares, cuando el que tiene el deber y la responsabilidad de cuidar el agua, es el ser humano. Ya sea por Dios, el universo, la evolución o el factor que sea, todo se nos ha dado, se nos ha obsequiado, nada nos pertenece. No tenemos autoridad para desviar o secar ríos por el oro o el petróleo, cuando somos una de las tantas especies que conviven en la Tierra. El agua no es un resultado del ser humano, sino la victima de un ego exacerbado y desbocado como la corriente de algún río colombiano, que quizá ya está contaminado y enfermo de muerte.